Coralín y San Valentín, de Pere Dot

Hace unos meses Josep nos habló de los rosales mini de Pere Dot. Aquí tenemos a Coralín y San Valentín (dedicado a Iolanda, que sé que le gustan los nombres).

Ambos son de la primavera pasada y estoy muy contenta con los resultados de momento; están en contenedor y disfrutan de la exposición más soleada que tenemos en casa.


San Valentín me parece una preciosidad, con ese rosa subido en los botones que se va aclarando hasta casi el blanco en sus últimos momentos, pasando por un tono muy delicado que la cámara se niega a reflejar (la culpa siempre es de la cámara).




Coralín es un espectáculo, tiene una floración exhuberante. Me gusta el contraste entre ese color tan llamativo y la forma tan redondita de los botones y la rosa al abrirse, como pidiendo permiso; cuando están totalmente abiertas ya no me gusta tanto, pero no se puede tener todo.



Como bien comentaba Josep, no son los minis más compactos, pero son airosos, no se ven desgarbados. San Valentín huele ligeramente, muy ligeramente, a mirra, quizá con el tiempo se afiance el aroma; Coralín no huele. Ambos están sanos, algunas muestras de oidio en San Valentín, para que no se diga, y ni rastro de araña roja, esa inquilina obsesiva.

Estoy contenta con mis minis.